El consentimiento informado es fundamental en la relación médico-paciente, asegurando la autonomía y derechos del paciente en la toma de decisiones médicas. Este concepto, que se fortaleció en el siglo XX, se basa en principios de autonomía, no maleficencia, beneficencia y justicia, y requiere un diálogo claro entre médico y paciente para una elección informada sobre tratamientos y procedimientos médicos.
Los médicos tomaban decisiones por los pacientes sin consultar su voluntad
Caso Schloendorff v. Society of New York Hospital
Estableció el precedente legal de que todo ser humano adulto y sano tiene derecho a decidir sobre su propio cuerpo
Destacó la importancia de la autonomía del paciente y su derecho a estar informado y a consentir o rechazar tratamientos médicos
El paciente recibe información sobre su condición médica y opciones de tratamiento para tomar una decisión informada
Autonomía del paciente
El paciente tiene capacidad para tomar decisiones basadas en sus valores y preferencias
No maleficencia
El médico tiene la obligación de no causar daño al paciente
Beneficencia
El médico debe actuar en el mejor interés del paciente
Justicia
Todos los pacientes deben ser tratados con equidad y sin discriminación
Asegura que el paciente comprenda plenamente las implicaciones de su elección antes de proceder con cualquier intervención médica