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La tercera edad, conocida como la 'edad dorada', implica cambios fisiológicos y la necesidad de adaptaciones nutricionales. Un metabolismo más lento y una menor absorción de nutrientes requieren una dieta balanceada y ejercicio regular para prevenir enfermedades como la sarcopenia, la osteopenia y la obesidad. Herramientas como la escala Mini Nutritional Assessment ayudan a evaluar el estado nutricional y prevenir la desnutrición en los ancianos.
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Es una fase de la vida marcada por la reflexión y la aceptación de logros y experiencias vividas
Integridad del ego
En esta etapa, el individuo puede alcanzar la integridad del ego al mirar atrás con satisfacción
Reflexión sobre la vida
La "edad dorada" es un periodo en el que se reflexiona sobre la vida y se aceptan los logros
En esta etapa se experimentan cambios fisiológicos significativos, como la disminución de la función de órganos y tejidos
En la tercera edad, el metabolismo se ralentiza y la absorción de nutrientes disminuye
Carbohidratos complejos
Se recomienda consumir carbohidratos complejos de fuentes integrales y vegetales para mantener un suministro constante de energía
Grasas saludables
Las grasas insaturadas son importantes para la salud cardiovascular y la absorción de vitaminas liposolubles
Se recomienda una ingesta calórica moderada para mantener un peso saludable y prevenir enfermedades metabólicas
El IMC es una medida importante para evaluar la adecuación del peso en relación con la altura
Mantener un IMC y una estatura saludables es esencial para prevenir la pérdida de masa muscular y densidad ósea
Es normal que los ancianos experimenten una disminución en la estatura debido a factores como la deshidratación de los discos intervertebrales y la osteoporosis
La obesidad en la tercera edad aumenta el riesgo de enfermedades crónicas y puede disminuir la calidad de vida
Estilo de vida sedentario y dieta inadecuada
La obesidad en la vejez puede estar influenciada por un estilo de vida sedentario y una dieta inadecuada
Factores genéticos y cambios hormonales
También pueden influir factores genéticos y cambios hormonales propios del envejecimiento
Una dieta balanceada y la práctica regular de ejercicio físico son clave para prevenir la obesidad en la tercera edad