La estructura de la Tierra se define por capas concéntricas con propiedades distintas, desde la corteza hasta el núcleo. La historia geológica revela la evolución de continentes y océanos, influenciada por la tectónica de placas. La masa y volumen terrestres implican una densidad que afecta la gravedad, esencial para la vida y los satélites. Elementos como el oxígeno y el silicio dominan la composición, siendo vitales para la tecnología moderna.
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La capa más superficial de la Tierra compuesta principalmente por rocas silicatadas
Astenosfera
Capa del manto compuesta por silicatos ricos en magnesio y hierro que permite la tectónica de placas
Manto inferior
Capa del manto compuesta por silicatos ricos en magnesio y hierro que permite la tectónica de placas
Núcleo externo
Capa líquida del núcleo compuesta de hierro y níquel que genera el campo magnético terrestre
Núcleo interno
Capa sólida del núcleo debido a la presión extrema, a pesar de las altas temperaturas
Hace 270 millones de años, la Tierra estaba compuesta por un supercontinente llamado Pangea
La tectónica de placas provocó la fragmentación de Pangea, dando origen a los continentes actuales y a la formación de los océanos modernos
Los movimientos tectónicos dieron origen a los océanos modernos: Pacífico, Atlántico, Índico, Ártico y Antártico
La Tierra tiene una masa estimada en 5.9722 x 10^24 kg
La Tierra tiene un volumen de 1.08321 x 10^12 km³
La Tierra tiene una densidad promedio de 5.513 g/cm³, la más alta entre los planetas terrestres del sistema solar
Isaac Newton descubrió la fuerza de atracción que actúa sobre todos los cuerpos en la Tierra
La gravedad varía ligeramente en diferentes puntos del planeta debido a factores como la rotación terrestre, la altitud y las mareas
La gravedad no solo mantiene a los cuerpos en la superficie terrestre, sino que también es crucial para la órbita de los satélites y la estructura del sistema solar
El oxígeno y el silicio son los elementos más abundantes en la corteza y el manto de la Tierra
La corteza contiene minerales como cuarzo, corindón y óxidos de hierro, magnesio, calcio, sodio y potasio
Los metales de tierras raras, como el escandio y el itrio, son menos comunes pero esenciales para la tecnología moderna