La anatomía de los músculos escapulares es crucial para el movimiento y estabilidad del hombro. Incluye el deltoides, el manguito rotador y el redondo mayor, cada uno con funciones específicas en la abducción, rotación y extensión del brazo. Lesiones en estas áreas pueden causar dolor y limitación de movimiento, afectando la calidad de vida. La inervación y vascularización son claves para su funcionamiento y tratamiento de trastornos.
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Porción clavicular
El deltoides se origina en la clavícula y es crucial para la abducción del brazo
Porción acromial
El deltoides se origina en el acromion y facilita la flexión y extensión del brazo
Porción espinal
El deltoides se origina en la espina de la escápula y permite la abducción del brazo
Supraespinoso
El supraespinoso es responsable de la abducción inicial del brazo
Infraespinoso
El infraespinoso permite la rotación externa del brazo
Subescapular
El subescapular facilita la rotación interna del brazo
Redondo Menor
El redondo menor contribuye a la rotación externa y estabilización del hombro
El redondo mayor es esencial para la rotación medial y la extensión del brazo
El agujero supraescapular es el conducto para el nervio supraescapular
El espacio cuadrangular es un pasaje para el nervio axilar y las arterias circunflejas
El espacio triangular es un pasaje para el nervio axilar y las arterias circunflejas
El intervalo triangular permite el paso del nervio radial y la arteria braquial profunda
La coordinación entre los músculos del manguito rotador y el deltoides es esencial para una función óptima del hombro
Lesiones en los músculos escapulares pueden resultar en dolor, debilidad y limitación del movimiento