La economía de la Nueva España jugó un papel crucial en el enriquecimiento de la Corona Española, destacando la minería de plata y la agricultura. La explotación de recursos naturales, la introducción de nuevos cultivos y la ganadería transformaron el panorama económico. La propiedad de la tierra, la industria textil y el comercio transatlántico también definieron la estructura económica colonial, mientras que los sistemas de trabajo y la recaudación de impuestos evidenciaron la explotación y las dinámicas fiscales de la época.
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La minería, especialmente la extracción de plata, se convirtió en la actividad más lucrativa en la Nueva España
Quinto Real
Los mineros estaban obligados a pagar el Quinto Real, que representaba el 20% de la producción, como uno de los impuestos más significativos
Derecho de amonedación
Se instituyó el derecho de amonedación con la creación de la Casa de Moneda en 1535, como otro impuesto importante en la minería
Los impuestos de la minería en la Nueva España financiaban no solo la administración colonial, sino también las campañas militares y otros gastos de la metrópoli
La agricultura fue el sustento de la economía novohispana, proporcionando alimentos esenciales y materias primas
Los españoles introdujeron cultivos como el trigo, la caña de azúcar y el café, que se sumaron a los autóctonos como el maíz y el frijol
La ganadería tuvo un papel destacado en la economía novohispana, proporcionando no solo alimentos, sino también materiales para la producción de cuero y lana
La tenencia de la tierra en la Nueva España estaba dividida entre las comunidades indígenas y los colonos españoles
Las tierras comunales eran inalienables y estaban destinadas al uso colectivo de los pueblos indígenas, aunque sujetas a tributos
Las propiedades privadas, a menudo otorgadas a conquistadores y colonos, se desarrollaron en grandes haciendas que funcionaban como unidades económicas autosuficientes
La industria textil fue un sector importante en la economía novohispana, con los obrajes produciendo tejidos de lana y algodón
Los obrajes a menudo estaban asociados con condiciones laborales duras para los trabajadores, muchos de los cuales eran indígenas o mestizos
Las artesanías también florecieron en la Nueva España, con gremios que regulaban la calidad y la formación en oficios como la orfebrería, la carpintería y la alfarería