La anatomía y biomecánica del tobillo y pie son cruciales para la locomoción y el equilibrio humano. Incluyen la articulación tibioperonea-astragalina, la mortaja tibioperonea, los maléolos, la bóveda plantar, y la mecánica del talón y antepié. Estas estructuras permiten movimientos como la dorsiflexión y plantarflexión, y son esenciales para la absorción de impactos, la estabilidad durante la marcha y la adaptación a diversas superficies. La integridad de estas partes es vital para prevenir lesiones y patologías del pie.
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Los huesos principales del tobillo son la tibia, el peroné y el astrágalo
Movimientos del Tobillo
La articulación del tobillo permite principalmente los movimientos de dorsiflexión y plantarflexión del pie
Estabilidad del Tobillo
La congruencia entre la tróclea del astrágalo y la mortaja formada por la tibia y el peroné proporciona estabilidad al tobillo
Los ligamentos y la cápsula articular trabajan juntos para mantener el pie en una posición óptima durante las actividades de carga y movimiento
La mortaja tibioperonea es una estructura anatómica formada por la extremidad distal de la tibia y el peroné, diseñada para encajar con precisión sobre el astrágalo
Los maléolos medial y lateral proporcionan estabilidad y sirven como anclajes para los ligamentos del tobillo
El maléolo medial proporciona estabilidad contra las fuerzas de valgo, mientras que el maléolo lateral resiste las fuerzas de varo
La bóveda plantar está compuesta por arcos longitudinales y transversales formados por huesos, ligamentos y músculos intrínsecos
La bóveda plantar no solo soporta el peso del cuerpo, sino que también contribuye a la eficiencia de la marcha y absorbe impactos
La integridad de la bóveda plantar es crucial para la distribución adecuada de las cargas y para prevenir patologías asociadas con su colapso o distribución desigual del peso
El talón juega un papel vital en la absorción de impactos y la estabilidad del pie, gracias a la alineación adecuada de sus estructuras óseas y ligamentosas
La variabilidad anatómica del antepié puede afectar la biomecánica del pie, especialmente en la distribución de la carga durante la marcha
El antepié es crucial para la estabilidad y la propulsión del pie, especialmente el primer metatarsiano que soporta una carga significativa durante la fase de despegue