Hormonas Hipotalámicas y su Impacto en la Adenohipófisis
El hipotálamo sintetiza hormonas liberadoras e inhibidoras que regulan la adenohipófisis. Entre ellas se encuentran la hormona liberadora de tirotropina (TRH), la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH), la hormona liberadora de corticotropina (CRH) y la hormona inhibidora de prolactina (dopamina). Estas hormonas son transportadas a la adenohipófisis a través del sistema portal hipotálamo-hipofisario, donde modulan la secreción de hormonas pituitarias, manteniendo así la homeostasis hormonal.Hormonas Adenohipofisarias y sus Efectos Sistémicos
La adenohipófisis secreta hormonas fundamentales para la regulación de glándulas periféricas y funciones corporales. Estas incluyen la hormona del crecimiento (GH), prolactina (PRL), corticotropina (ACTH), tirotropina (TSH) y las gonadotropinas (FSH y LH). Estas hormonas tienen efectos sobre la tiroides, las glándulas suprarrenales, las gónadas y las glándulas mamarias, regulando el crecimiento, la reproducción y la lactancia. La secreción se ajusta por retroalimentación negativa, asegurando la estabilidad del sistema endocrino.Regulación de la Hormona del Crecimiento
La hormona del crecimiento (GH) es vital para el desarrollo corporal y la homeostasis metabólica. Estimula el crecimiento óseo y muscular y modula el metabolismo de lípidos y carbohidratos. La GH es regulada por la hormona liberadora de la hormona del crecimiento (GHRH) y la somatostatina (GHIH) del hipotálamo, y su liberación es pulsátil, respondiendo a factores como el sueño, el ejercicio, el estrés y la nutrición.Funciones Vitales de las Hormonas Neurohipofisarias
La neurohipófisis almacena y secreta la oxitocina y la vasopresina (ADH), hormonas producidas en el hipotálamo. La oxitocina es esencial para la contracción uterina en el parto y la lactancia, mientras que la vasopresina regula la retención de agua y la presión arterial. La liberación de estas hormonas se controla por retroalimentación y puede verse influenciada por cambios en el volumen sanguíneo, la osmolaridad plasmática y ciertos estímulos emocionales o ambientales.