Los huesos de la cara desempeñan roles cruciales en la protección de órganos sensoriales y la estructura de cavidades orales y nasales. El maxilar y el hueso cigomático, junto con el palatino y el cornete nasal inferior, contribuyen a la integridad del esqueleto facial. El vómer y la mandíbula, elementos centrales de esta anatomía, permiten funciones como la respiración y la masticación. La interconexión de estos huesos es fundamental para la medicina y la odontología.
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El hueso nasal se sitúa en la parte superior de la nariz y se articula con otros huesos faciales
El hueso lagrimal se encuentra en la porción anterior de la pared medial de la órbita y alberga el conducto lagrimal
El hueso cigomático conforma el pómulo y se articula con otros huesos faciales
El maxilar es fundamental en la formación de la cavidad bucal y se compone de un cuerpo central y cuatro apófisis
El hueso cigomático forma parte de la estructura de la pared lateral y se articula con otros huesos faciales
El hueso palatino participa en la formación del paladar duro y se articula con otros huesos faciales
El cornete nasal inferior forma parte de la pared lateral de las fosas nasales y se articula con otros huesos faciales
El vómer es parte integral del tabique nasal óseo y se articula con otros huesos faciales
La mandíbula es el único hueso móvil de la cara y se articula con el hueso temporal en la articulación temporomandibular