La construcción de argumentos en la investigación académica se basa en afirmaciones respaldadas por evidencia sólida y justificaciones lógicas. Las condiciones de validez delimitan la aplicabilidad de estos argumentos, mientras que la dialéctica de la argumentación fomenta un intercambio de ideas que enriquece el proceso investigativo. La interrelación entre afirmaciones y evidencia es crucial, y la afirmación principal debe ser clara y debatible para guiar al lector hacia una nueva comprensión del tema en cuestión.
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La afirmación es la proposición central que el investigador pretende que los lectores acepten
Las condiciones de validez delimitan el alcance de la afirmación, reconociendo las limitaciones y contextos específicos en los que la afirmación y la evidencia son aplicables
Las afirmaciones significativas desafían a los lectores a reconsiderar sus preconcepciones sobre temas relevantes
La evidencia comprende los datos y la información que apoyan la afirmación
La evidencia son las pruebas empíricas o teóricas que respaldan la afirmación
La demanda de pruebas y la presentación de evidencia robustecen la afirmación
La justificación es el razonamiento lógico que vincula la afirmación con la evidencia
La justificación proporciona una base para entender por qué la evidencia es relevante y cómo sustenta la afirmación
Las justificaciones clarifican cómo y por qué cierta evidencia apoya una afirmación particular
La argumentación en la investigación puede ser vista como una conversación dialéctica, un intercambio de ideas donde se plantean preguntas y se ofrecen respuestas
El proceso intelectual comienza con la identificación de un problema, seguido de una afirmación que propone una solución tentativa
El diálogo académico también debe incluir la consideración de evidencia contraria y la definición de condiciones que limiten la generalización de la afirmación