La temperatura corporal y su regulación son esenciales para la homeostasis. Los rangos normales oscilan entre 36ºC y 37.5ºC, con mecanismos como la vasodilatación y la sudoración que ajustan la temperatura ante cambios ambientales. La fiebre, una elevación controlada de la temperatura, actúa como una respuesta inmunitaria ante infecciones, alterando el punto de ajuste térmico en el hipotálamo.
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La temperatura central se mantiene en un rango normal de 36ºC a 37.5ºC
La temperatura de la piel es más variable y está influenciada por el ambiente
La temperatura corporal puede aumentar temporalmente durante el ejercicio físico intenso y descender en condiciones de frío extremo
El calor en el cuerpo humano se genera principalmente a través del metabolismo y la actividad muscular
La pérdida de calor se realiza a través de procesos como la radiación, la conducción, la convección y la evaporación
La sudoración es un proceso importante en la pérdida de calor, pudiendo resultar en la pérdida de hasta 600 ml de agua por día
La regulación de la temperatura corporal es un proceso autónomo coordinado por el hipotálamo y la médula espinal
La aclimatación al calor o al frío puede alterar la composición del sudor y ajustar la tasa de sudoración y la secreción de hormonas
Los centros termorreguladores del hipotálamo monitorean la temperatura interna y reciben información de los termorreceptores cutáneos
El cuerpo humano dispone de mecanismos efectores como la vasodilatación y la sudoración para disipar el calor y la vasoconstricción y la piloerección para conservarlo
La tiritona es un proceso controlado por el hipotálamo que aumenta la producción de calor a través del tono muscular y la actividad metabólica
La termogénesis química es un mecanismo de producción de calor que involucra la liberación de energía por parte de hormonas como la tiroxina y las catecolaminas
El "punto de ajuste" de la temperatura es el nivel al que el hipotálamo inicia los mecanismos de regulación térmica, pudiendo variar en respuesta a factores externos
La fiebre suele ser una respuesta a infecciones o la presencia de toxinas, inducida por la liberación de interleucina-1 y prostaglandina E2
La fiebre es una parte crucial de la respuesta inmunitaria del cuerpo, ya que puede inhibir el crecimiento de patógenos y potenciar la eficacia del sistema inmune