Los lípidos saponificables e insaponificables juegan roles cruciales en la biología y la industria. Los acilglicéridos, como las grasas y aceites, son reservas energéticas, mientras que los fosfolípidos forman la bicapa de las membranas celulares. Los esfingolípidos son esenciales en el sistema nervioso y los céridos ofrecen protección en plantas y animales.
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Los lípidos saponificables contienen ácidos grasos y pueden reaccionar en la saponificación, un proceso de hidrólisis alcalina que produce jabón y glicerol
Los lípidos insaponificables no contienen ácidos grasos y, por tanto, no pueden formar jabones mediante el proceso de saponificación
Monoacilglicéridos
Los monoacilglicéridos son intermediarios metabólicos que se componen de glicerol unido a un ácido graso
Diacilglicéridos
Los diacilglicéridos son intermediarios metabólicos que se componen de glicerol unido a dos ácidos grasos
Triacilglicéridos
Los triacilglicéridos son la forma predominante de almacenamiento de energía en seres vivos y pueden ser simples o mixtos, dependiendo de la homogeneidad de los ácidos grasos que contienen
Los acilglicéridos cumplen funciones vitales en los organismos, como intermediarios metabólicos y reservas energéticas, y pueden ser sólidos o líquidos dependiendo de su contenido de ácidos grasos saturados o insaturados
Los fosfolípidos, que difieren de los triglicéridos por contener un grupo fosfato, son esenciales para la integridad y funcionalidad de las membranas celulares debido a su naturaleza anfipática
Los esfingolípidos, basados en una estructura de ceramida, son componentes clave de las membranas celulares y juegan un papel importante en la señalización y el reconocimiento celular
Los céridos, también conocidos como ceras, son ésteres de ácidos grasos con alcoholes de cadena larga y tienen aplicaciones industriales y cosméticas, además de proporcionar una barrera protectora en la naturaleza