El Procedimiento Ordinario en el Sistema Judicial

Concepto y Características del Procedimiento Ordinario

El Procedimiento Ordinario constituye el marco procesal general para la tramitación de causas judiciales que no se encuadran dentro de los procedimientos especiales establecidos por la ley. Este procedimiento se caracteriza por su estructura en fases, destacando dos audiencias fundamentales: la audiencia preparatoria y la audiencia de juicio. Ambas audiencias son de naturaleza oral y requieren la presencia obligatoria del juez y las partes. El procedimiento ordinario promueve la colaboración entre las partes para la resolución de conflictos y abarca etapas como la presentación de la demanda, su contestación, la posible interposición de demandas reconvencionales, citaciones, producción de pruebas, dictación de sentencia y la interposición de recursos. Su finalidad es garantizar un proceso justo y eficiente para las partes involucradas.

Inicio y Requisitos de la Demanda en el Procedimiento Ordinario

El procedimiento ordinario se inicia con la interposición de una demanda, que debe ser presentada por escrito y patrocinada por un abogado, salvo en circunstancias excepcionales donde el juez puede autorizar su presentación oral. La demanda es el instrumento jurídico mediante el cual una parte, denominada demandante, ejerce una acción para reclamar un derecho ante el tribunal. De acuerdo con la normativa procesal, la demanda debe contener elementos esenciales como la identificación del tribunal competente, los datos personales del demandante y del demandado, una exposición detallada de los hechos, los fundamentos jurídicos que sustentan la pretensión y una petición clara y concreta de lo que se solicita al tribunal. En casos de violencia intrafamiliar o cuando se requieran medidas de protección urgentes, la ley permite actuar sin la representación de un abogado.

Notificación y Tipos en el Procedimiento Ordinario

La notificación es un acto procesal clave que tiene por objeto hacer saber a las partes o a terceros las resoluciones judiciales, las cuales adquieren efectividad una vez que han sido notificadas conforme a derecho. En el procedimiento ordinario, se distinguen diversos tipos de notificaciones: la notificación personal, que consiste en la entrega directa de la resolución al interesado; la notificación personal subsidiaria, que se emplea cuando no se logra localizar al destinatario; la notificación por cédula, que se realiza en el domicilio del notificado; la notificación por el Estado Diario, que se efectúa a través de la publicación en el sitio web del Poder Judicial; la notificación por avisos, que se utiliza en casos donde es complicado determinar la identidad o el domicilio del notificado; y las notificaciones tácita y ficta, que se consideran realizadas bajo ciertas condiciones previstas por la ley, incluso sin la intervención directa del notificado.

Contestación de la Demanda y Demanda Reconvencional

La contestación de la demanda es el acto procesal mediante el cual el demandado responde a las pretensiones del demandante, exponiendo sus defensas y excepciones. Esta contestación debe cumplir con requisitos formales similares a los de la demanda, incluyendo la identificación del tribunal, los datos personales del demandado, la articulación de las defensas y excepciones, y las peticiones específicas que se oponen a las del demandante. La demanda reconvencional es una figura procesal que permite al demandado formular una pretensión propia contra el demandante dentro del mismo proceso, lo que contribuye a la economía procesal al evitar la multiplicidad de juicios. Para ser admisible, la demanda reconvencional debe ser presentada oportunamente, entre las mismas partes y cumpliendo con los requisitos formales de una demanda.

La Audiencia Preparatoria en el Procedimiento Ordinario

Una vez admitida la demanda, el tribunal convoca a las partes a la audiencia preparatoria, la cual debe llevarse a cabo en el plazo más breve que permita la ley. La citación para esta audiencia se notifica con al menos 15 días de antelación, advirtiendo a las partes que las resoluciones que se dicten tendrán efecto independientemente de su presencia o ausencia, con las consecuencias propias de la declaración de rebeldía. En la audiencia preparatoria se resuelven cuestiones procesales preliminares, se delimitan los hechos controvertidos y se organiza el proceso para la etapa de juicio. Si existe una demanda reconvencional, la contestación a esta se realiza también en esta fase, permitiendo al tribunal escuchar los argumentos de ambas partes antes de emitir cualquier decisión procesal.