El Barroco, Neoclasicismo y Romanticismo son estilos artísticos que marcaron la historia cultural de Europa y América. El Barroco, con su exuberancia y emocionalidad, respondió a las tensiones religiosas del siglo XVII, destacando en arquitectura y escultura con artistas como Bernini. El Neoclasicismo buscó la pureza de la antigua Grecia y Roma, mientras que el Romanticismo exaltó la emoción y la naturaleza, contraponiendo figuras como Ingres y Delacroix en un debate artístico que reflejaba las divisiones de la sociedad del siglo XIX.
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El Barroco se caracteriza por su exuberancia, complejidad y énfasis en la emoción, y se desarrolló como respuesta a las tensiones religiosas de la época
Fachadas ondulantes y decoración excesiva
La arquitectura barroca se caracteriza por sus fachadas ondulantes y decoración excesiva, que buscaban inspirar asombro y devoción
Espacios dramáticamente iluminados
Los interiores de las iglesias barrocas, como la Iglesia de San Carlos de las Cuatro Fuentes de Borromini, manipulaban la perspectiva para crear ilusiones de mayor espacio y movimiento
La escultura barroca, con artistas como Gian Lorenzo Bernini, se distingue por su dinamismo y captura del instante, mientras que la pintura se caracteriza por su diversidad temática y uso revolucionario de la luz y la sombra
En la Nueva España, el arte barroco se convirtió en un vehículo de evangelización y expresión cultural, reflejando un sincretismo entre elementos indígenas y europeos
La arquitectura colonial en la Nueva España, como la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, incorporó elementos indígenas y europeos, creando un estilo mestizo único
La escultura y la pintura novohispanas del siglo XVII y XVIII reflejaron un sincretismo similar, mezclando iconografía católica con simbolismo indígena y adaptando técnicas y estilos europeos para reflejar la identidad y realidad de la América colonial
El Neoclasicismo, que floreció a finales del siglo XVIII y principios del XIX, se inspiró en los ideales de la Ilustración y abogaba por un retorno a la simplicidad, simetría y claridad de la antigua Grecia y Roma
La arquitectura neoclásica se centró en la geometría, el orden y la proporción, como se ve en obras como el Panteón de París
En la escultura, artistas como Antonio Canova buscaron revivir la idealización de la forma humana, mientras que en la pintura, figuras como Jacques-Louis David enfatizaron la moralidad y el civismo a través de composiciones equilibradas y un enfoque meticuloso en el dibujo
El Romanticismo, que surgió a finales del siglo XVIII y se extendió durante el XIX, fue una reacción contra el racionalismo y el formalismo neoclásico, poniendo énfasis en la emoción, la imaginación y la glorificación de la naturaleza
El Romanticismo se manifestó en una variedad de disciplinas artísticas, incluyendo la literatura, la música y las artes visuales, con autores y artistas como Goethe, Beethoven, Francisco de Goya y Caspar David Friedrich
La rivalidad entre Jean-Auguste-Dominique Ingres y Eugène Delacroix personificó la tensión entre el Neoclasicismo y el Romanticismo, reflejando un conflicto más amplio en la sociedad entre el orden y la razón, por un lado, y la libertad y la pasión, por el otro