Los adjetivos enriquecen el lenguaje al calificar y determinar sustantivos, revelando características y estados. Se dividen en calificativos y relacionales, ajustándose en género y número, y desempeñan roles clave en la construcción de significado en textos literarios y científicos. Su uso varía desde la creación de imágenes hasta la precisión informativa, demostrando su versatilidad y expresividad en la comunicación.
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Los adjetivos se clasifican en calificativos y relacionales según su función de describir cualidades o señalar una relación o pertenencia
Concordancia en género y número
Los adjetivos concuerdan en género y número con el sustantivo que modifican
Los adjetivos pueden ser núcleo del sintagma adjetival, atributos en oraciones copulativas o complementos predicativos, dependiendo de su posición y relación con el verbo y el sustantivo
Los adjetivos calificativos pueden ser especificativos, delimitando el significado del sustantivo, o explicativos, añadiendo una característica al conjunto referido por el sustantivo
Positivo
El grado positivo indica la cualidad sin comparación
Comparativo
El grado comparativo muestra una relación de superioridad, igualdad o inferioridad entre dos elementos
Superlativo
El grado superlativo expresa el máximo de la cualidad, ya sea en relación con un grupo o de manera absoluta
Los adjetivos connotativos son frecuentes en textos literarios, mientras que los denotativos y relacionales son preferidos en textos expositivos y científicos
Los adjetivos son fundamentales para crear imágenes y atmósferas en la literatura
En "La librería" de Penelope Fitzgerald, los adjetivos calificativos y explicativos se utilizan para establecer una jerarquía social entre los libros y proporcionar información sobre el conjunto de libros