La evolución del constitucionalismo español en el siglo XIX refleja una lucha entre ideales liberales y conservadores, marcada por documentos como la Constitución de Cádiz de 1812, las reformas moderadas de 1837 y 1845, la progresista de 1869 y la Restauración con la Constitución de 1876. Estos cambios evidencian la búsqueda de un equilibrio entre la soberanía nacional y el poder monárquico, en medio de conflictos como las guerras carlistas y el caciquismo.
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Las guerras carlistas contribuyeron a la inestabilidad del constitucionalismo español en el siglo XIX
El caciquismo fue un factor que afectó la estabilidad del sistema constitucional en España durante el siglo XIX
Los pronunciamientos militares fueron una manifestación de la inestabilidad política en el constitucionalismo español del siglo XIX
La Constitución de Cádiz de 1812 introdujo principios modernos como la soberanía nacional y la separación de poderes en España
La Constitución de Cádiz de 1812 estableció derechos fundamentales como la libertad de prensa en España
La Constitución de Cádiz de 1812 organizó el territorio español en provincias y municipios
Las constituciones de 1837 y 1845 fueron redactadas en un contexto de tensiones políticas en España
Las constituciones de 1837 y 1845 establecieron un modelo de Estado que otorgaba un papel preponderante a la monarquía en la política española
Las constituciones de 1837 y 1845 eran de naturaleza flexible, lo que permitía su adaptación y cambios en su interpretación y aplicación
La Constitución progresista de 1869 consagró la soberanía nacional en España
La Constitución progresista de 1869 fortaleció la independencia del poder judicial en España
La Constitución progresista de 1869 incluyó una amplia declaración de derechos y estableció el sufragio universal masculino en España