El sistema digestivo descompone los alimentos para extraer nutrientes y expulsar desechos. Incluye órganos como el estómago e intestinos, y glándulas como el hígado y páncreas. La digestión comienza en la boca con la masticación y la acción de la saliva, continúa en el estómago donde las proteínas son procesadas, y se completa en el intestino delgado con la absorción de nutrientes. El colon finaliza el proceso con la reabsorción de agua y formación de heces.
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La boca es el primer órgano del tracto gastrointestinal encargado de la masticación y la digestión química de los carbohidratos
El esófago es un conducto muscular que transporta el bolo alimenticio desde la faringe hasta el estómago mediante movimientos peristálticos
El estómago es una cámara muscular que almacena temporalmente los alimentos y comienza la digestión de las proteínas mediante la secreción de ácido clorhídrico y enzimas
El duodeno es la primera sección del intestino delgado donde se reciben enzimas digestivas y bilis para descomponer aún más los nutrientes
El intestino delgado es el principal sitio de absorción de nutrientes a través de las vellosidades intestinales y su eficiencia se refleja en que menos del 5% de los nutrientes ingeridos se excreta
El colon, o intestino grueso, se encarga de la reabsorción de agua y electrolitos, así como de la fermentación de materiales por la flora intestinal, y compacta los desechos en heces antes de ser eliminados del cuerpo
Las glándulas salivales producen saliva que ayuda en la digestión de almidones en la boca
El hígado produce bilis, almacenada en la vesícula biliar, que ayuda en la digestión de grasas en el duodeno
El páncreas secreta jugo pancreático que contiene enzimas digestivas y hormonas que regulan el metabolismo de los azúcares