La tráquea es un órgano vital para la respiración, con una estructura fibrocartilaginosa y mucosa ciliada que protege y facilita el paso del aire. Su desarrollo embriológico comienza en el intestino anterior, dando origen a la tráquea y los pulmones. En adultos, la longitud promedio varía entre 11 y 12 cm, adaptándose a la forma del cuello y el tórax. La tráquea está inervada por el nervio vago y el sistema simpático, y su vascularización es suministrada por arterias tiroideas y bronquiales.
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El divertículo laringotraqueal se forma por la división del intestino anterior en el embrión
Los brotes bronquiales son precursores de los bronquios y los pulmones
La conexión de la tráquea con la faringe se mantiene a través del orificio laríngeo, influenciado por el desarrollo de los arcos branquiales cuarto y sexto
Forma y estructura
La tráquea es un tubo cilíndrico con una parte posterior aplanada y presenta depresiones notables como la "impresión aórtica" y la "impresión tiroidea"
Diámetro y forma
El diámetro de la tráquea se incrementa ligeramente hacia abajo, dándole una forma de cono truncado
La longitud y el diámetro de la tráquea varían según el género, la postura y la edad, y su crecimiento se prolonga hasta alcanzar la madurez
La tráquea está envuelta en tejido conectivo laxo y se relaciona con estructuras como la glándula tiroides, el esófago y estructuras vasculares y nerviosas en el cuello y el tórax
La tráquea consta de una capa externa fibrocartilaginosa y una capa interna mucosa que facilita el paso del aire y protege contra la entrada de partículas extrañas
La tráquea recibe irrigación sanguínea de arterias y drenaje linfático, y está inervada por el nervio vago y fibras del sistema nervioso simpático