El Virreinato de Nueva España, con su estructura política liderada por el Rey y el Virrey, marcó una era de profunda estratificación social y económica. La minería de plata, la agricultura y el comercio fueron pilares de su economía, mientras que la Iglesia jugó un rol central en la vida cotidiana. Este periodo histórico dejó un sincretismo cultural que aún hoy define la identidad de México.
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El Rey de España y el Virrey eran las máximas autoridades en la colonia
Consejo de Indias
Asesoraba al Rey en asuntos coloniales
Casa de Contratación en Sevilla
Regulaba el comercio transatlántico
Real Audiencia
Ejercía poderes judiciales y consultivos
Gobernadores y corregidores
Supervisaban las provincias y distritos
Alcaldes mayores y cabildos
Se encargaban de la administración municipal y la recaudación de impuestos
Capitanías generales
Tenían un rol militar y de defensa
Corregimientos y alcaldías mayores
Se ocupaban de la administración local y la gestión de los recursos y población indígena
La sociedad estaba dividida en peninsulares, criollos, mestizos, indígenas y africanos esclavizados
Los peninsulares tenían los cargos más altos y los criollos disfrutaban de ciertos derechos, pero se les excluía de los puestos de poder más influyentes
Los mestizos, indígenas y africanos esclavizados se encontraban en una posición subordinada y sufrían un sistema de tributación y labor coercitiva
La Iglesia Católica tenía un papel determinante en la vida en la Nueva España, encargándose de la educación, la moral, la administración de justicia y la recaudación de impuestos
La Iglesia también tenía influencia en la construcción de infraestructuras, la evangelización y el mantenimiento del orden social
La fusión de las prácticas religiosas indígenas y católicas dio lugar a un sincretismo que definió la identidad cultural de la región
La economía se basaba en la minería, la agricultura, el comercio y la ganadería
La extracción de plata era la actividad más rentable y esencial para la economía del imperio
Las reformas del siglo XVIII modernizaron y expandieron la producción minera, estimulando el crecimiento económico en otros sectores
La agricultura era fundamental para la subsistencia y la generación de riqueza, mientras que el comercio era crucial para el abastecimiento interno y el intercambio con Europa y Asia