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El bienestar laboral ha transitado desde la preocupación por las condiciones morales hasta la promoción de entornos saludables y resilientes. Factores como la sobrecarga de trabajo y las largas jornadas laborales se correlacionan negativamente con el bienestar, mientras que una cultura organizacional sólida y el apoyo social se vinculan positivamente. Las estrategias actuales enfatizan la importancia de la participación en la toma de decisiones y el reconocimiento para mejorar la calidad de vida en el trabajo.
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Los empresarios del siglo XIX ligaban el bienestar laboral a sus creencias religiosas y éticas
El bienestar laboral en sus inicios se centraba en mejorar las condiciones morales y mentales de los empleados
La teoría de las Relaciones Humanas, desarrollada entre 1920 y 1966, promovió la eficiencia laboral a través de programas que incluían beneficios sociales y de salud
En la década de 1970, el enfoque del bienestar laboral se desplazó hacia la calidad de vida en el trabajo, poniendo énfasis en la satisfacción y las recompensas obtenidas por el trabajo
En la actualidad, se promueve una visión integral del bienestar laboral que busca organizaciones saludables y resilientes, priorizando la salud física y mental de los empleados y el fortalecimiento de los recursos tanto individuales como organizacionales
El bienestar laboral está estrechamente relacionado con la prevención de riesgos psicosociales y la promoción de experiencias laborales positivas y de una buena salud mental
Algunos expertos proponen una visión holística del bienestar laboral que abarca tanto aspectos objetivos como subjetivos
Las definiciones del bienestar laboral enfatizan la importancia de la satisfacción laboral, la motivación, la reducción del estrés y la seguridad en el entorno de trabajo
También se considera crucial la calidad de la relación con la dirección, la participación en la toma de decisiones y la existencia de programas de compensación y beneficios
La teoría de las demandas y recursos laborales distingue entre las demandas laborales, que son las exigencias de la organización que requieren un esfuerzo sostenido, y los recursos, que son elementos que contribuyen al crecimiento, aprendizaje y desarrollo del empleado
La interacción entre demandas y recursos es crucial para entender cómo se puede fomentar el bienestar y evitar el agotamiento profesional
Los recursos pueden ser personales, como la autoeficacia y el optimismo, o laborales, como el apoyo de los supervisores y la retroalimentación sobre el rendimiento
El bienestar laboral ha capturado la atención de instituciones internacionales y nacionales, convirtiéndose en un tema prioritario más allá del ámbito académico
Organizaciones como la OMS y la OIT han establecido directrices que resaltan la importancia de crear entornos de trabajo saludables que protejan la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores
La investigación empírica ha establecido una correlación negativa entre el bienestar y factores como la sobrecarga de trabajo y las largas jornadas laborales, y una correlación positiva con elementos como una cultura organizacional sólida y el compromiso