El gobierno de Álvaro Obregón y su impacto en México

La presidencia de Álvaro Obregón marcó un periodo de transformaciones en México, con políticas de conciliación de clases y reformas económicas. Se fortaleció la moneda y se mejoró la recaudación fiscal. En el ámbito agrario, se promovió la creación de ejidos y se apoyó a los campesinos sin tierra. El movimiento obrero, con la CROM, ganó relevancia política, y en educación, se lanzó una campaña de alfabetización y se fomentó la cultura con el muralismo.

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Ascenso al Poder de Álvaro Obregón y Política Interna

Álvaro Obregón asumió la presidencia de México en 1920, después de un interinato de Adolfo de la Huerta. Su gobierno se caracterizó por una política de "conciliación de clases", que buscaba el equilibrio entre los intereses de trabajadores y empresarios, con el Estado como mediador. Aunque Obregón utilizaba un lenguaje con tintes socialistas, se alejaba del marxismo, defendiendo la propiedad privada y el sistema capitalista. Se opuso a la expropiación de bienes como método para lograr la igualdad social, prefiriendo reformas que no alteraran drásticamente el orden económico existente.

Campesinos trabajando en campo de maíz bajo cielo azul, con hombre cortando mazorcas y mujer recolectando en canasta, rodeados de montañas lejanas.

Relaciones Internacionales y Reconocimiento de Estados Unidos

La legitimidad internacional del gobierno de Obregón dependía en gran medida del reconocimiento por parte de Estados Unidos. La Constitución mexicana de 1917, que protegía los recursos naturales del país, generaba conflictos con intereses estadounidenses. Para mejorar las relaciones, Obregón envió a Adolfo de la Huerta a negociar con representantes financieros de EE. UU., culminando en el Convenio De la Huerta-Lamont, que comprometía a México a retomar el pago de su deuda externa. Los Tratados de Bucareli, firmados posteriormente, resolvieron asuntos pendientes como la no aplicación retroactiva del Artículo 27 constitucional en la industria petrolera y establecieron compensaciones por expropiaciones agrícolas. Estos acuerdos fueron decisivos para que en 1923 Estados Unidos reconociera oficialmente al gobierno mexicano.

Reformas Económicas y Fiscales

Álvaro Obregón implementó reformas económicas significativas para estabilizar y revitalizar la economía mexicana. Restituyó los bancos expropiados a sus antiguos propietarios y fortaleció la moneda mediante la emisión de billetes respaldados en oro y plata. Introdujo reformas fiscales, como el Impuesto del Centenario, que gravaba las ganancias individuales, con el objetivo de mejorar la recaudación y la administración de los recursos del país. Estas medidas buscaban restablecer la confianza en las finanzas nacionales y sentar las bases para un crecimiento económico sostenido.

Política Agraria y Reforma Agraria

La reforma agraria fue un componente esencial de la agenda de Obregón para la reconstrucción nacional. Se incentivó la creación de pequeñas propiedades productivas en lugar de la división indiscriminada de los latifundios. El decreto "Tierra y Libertad" facilitó que los campesinos sin tierra pudieran adquirirla bajo ciertas condiciones, y se promovió la formación de ejidos como una solución temporal para proteger los derechos de los campesinos. Además, se fundó el Partido Nacional Agrarista para apoyar al gobierno y promover la implementación del artículo 27 constitucional en la redistribución de tierras.

El Movimiento Obrero y la CROM

Durante el mandato de Obregón, el movimiento obrero adquirió una dimensión política significativa, en gran parte gracias al apoyo gubernamental y a la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM). La CROM, aliada con el Partido Laborista Mexicano, se consolidó como la principal organización laboral del país, logrando avances en salarios y condiciones laborales. Sin embargo, la regulación completa del artículo 123 constitucional, que establecía los derechos de los trabajadores, quedó pendiente, lo que provocó numerosas huelgas. Algunas de estas huelgas fueron reprimidas con la colaboración de la CROM, lo que generó críticas por parte de sectores que acusaban a la organización de actuar en complicidad con los intereses del gobierno.

Avances en Educación Pública

La política educativa de la era de Obregón, con José Vasconcelos como cabeza, fue transformadora para México. Se creó la Secretaría de Educación Pública y se lanzó una campaña nacional de alfabetización. Las misiones culturales llevaron la educación a comunidades rurales e indígenas, se incrementó el número de escuelas y se fomentó la lectura de literatura clásica. Durante este periodo, se inició el movimiento muralista mexicano, que plasmó en las paredes de edificios públicos la historia y los ideales de la Revolución Mexicana. A pesar de estos avances, Vasconcelos dejó su cargo en 1924 debido a diferencias políticas con Obregón, pero su legado en la educación pública perduró.

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