La crisis de 1898 y el ocaso del imperio colonial español representan un punto de inflexión histórico. La derrota en la Guerra Hispano-Estadounidense y la firma del Tratado de París resultaron en la pérdida de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam. Este evento desencadenó una crisis nacional que afectó la economía, exacerbó la inestabilidad política y estimuló movimientos intelectuales y regeneracionistas en busca de una renovación de España.
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La crisis de 1898 se caracterizó por conflictos militares y transformaciones políticas que culminaron con la pérdida de las últimas colonias españolas
Regeneración del país
La crisis de 1898 fue el catalizador de movimientos intelectuales y políticos que promovieron una regeneración del país
La crisis de 1898 fue precedida por una inestabilidad política y económica en España, marcada por una crisis económica significativa y la instauración de un sistema político diseñado por Cánovas del Castillo
Las colonias españolas de ultramar presentaban situaciones heterogéneas, con diferencias en su economía y relación con la metrópoli
Economía enfocada en la exportación de azúcar y tabaco
Las colonias españolas en el Caribe, como Cuba y Puerto Rico, tenían una economía enfocada en la exportación de azúcar y tabaco, pero sufrían debido a los aranceles aduaneros impuestos por España
Relación con la metrópoli basada en la explotación de recursos naturales y la influencia de órdenes religiosas católicas
Filipinas, la colonia española en Asia, tenía una relación con la metrópoli basada en la explotación de recursos naturales y la influencia de órdenes religiosas católicas
Los movimientos independentistas en Cuba y Filipinas, inspirados por la abolición de la esclavitud en Estados Unidos, desataron conflictos armados que España no pudo sofocar
Oferta de mediación rechazada por el gobierno de Cánovas
La intervención de Estados Unidos fue progresiva, desde una oferta de mediación rechazada por el gobierno de Cánovas hasta la declaración de guerra motivada por la explosión del USS Maine
La intervención de Estados Unidos en la guerra hispano-cubana tenía como objetivos desalojar a España del Caribe y extender su propia influencia geopolítica
La derrota española en la guerra hispano-estadounidense puso de manifiesto su incapacidad para mantener un conflicto bélico contra una potencia con superioridad industrial y militar
Tras la derrota naval en la Bahía de Manila y la destrucción de la flota española en Santiago de Cuba, España se rindió y Puerto Rico fue ocupado por fuerzas estadounidenses
El Tratado de París, firmado en 1898, formalizó la independencia de Cuba y la cesión de Puerto Rico, Filipinas y Guam a Estados Unidos, marcando el fin del imperio colonial español y una reconfiguración del mapa geopolítico mundial