El Desastre de 1898 marcó un punto de inflexión en España, desencadenando una crisis que se reflejó en la literatura de la época. Autores como Rubén Darío y Miguel de Unamuno exploraron nuevas formas de expresión, criticando la sociedad y buscando una renovación cultural. La fusión del Modernismo y la Generación del 98 dio lugar a obras que cuestionaban la realidad social y política, destacando la necesidad de una identidad propia en un contexto de cambio.
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La derrota en la Guerra Hispano-Estadounidense fue un hito crucial en la historia de España
Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam
España perdió sus últimas colonias significativas, incluyendo Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam
El Desastre de 1898 exacerbó la crisis nacional en España, evidenciando su atraso económico y tecnológico en comparación con otras potencias europeas
La pérdida de las colonias y la crisis económica impulsaron un éxodo rural y la emigración a América en España
Socialismo y anarquismo
El Desastre de 1898 dio lugar a la emergencia de movimientos obreros como el socialismo y el anarquismo en España
Sistema de turnos entre conservadores y liberales (Restauración)
La inestabilidad política en España fue perpetuada por el sistema de turnos entre conservadores y liberales, conocido como la Restauración
La literatura española de finales del siglo XIX y principios del XX estuvo marcada por dos corrientes principales: el Modernismo y la Generación del 98
La visión contemporánea prefiere integrar el Modernismo y la Generación del 98 bajo el concepto de "literatura finisecular"
La literatura finisecular española refleja el desencanto y la crítica a la sociedad burguesa de la época, manifestando una sensibilidad hacia la crisis de valores y la búsqueda de una identidad cultural y artística propia
La literatura de fin de siglo en España se distingue por su espíritu crítico y su tendencia a cuestionar la realidad social y política del momento
Los autores de la literatura finisecular española buscaban innovar y rechazaban el realismo decimonónico como forma de expresar su descontento con la sociedad
La bohemia artística se convirtió en un símbolo de rebeldía en la literatura finisecular española, con artistas que promovían el arte por el arte y se reunían en cafés y otros espacios culturales para compartir y debatir sus ideas
Aunque comparten ciertas características, el Modernismo y la Generación del 98 presentan diferencias significativas en cuanto a su enfoque y estilo
El Modernismo en la literatura española se caracterizó por su búsqueda de la belleza y la perfección formal, influenciado por corrientes europeas
La Generación del 98 se enfocó en la realidad española, con un lenguaje más directo y una preocupación por temas existenciales y sociales
La literatura finisecular española cuenta con figuras emblemáticas que definieron sus corrientes, como Rubén Darío, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez y Ramón María del Valle-Inclán
Rubén Darío es uno de los máximos exponentes del Modernismo, con obras que destacan por su riqueza simbólica y su refinamiento estilístico
Azorín, Pío Baroja y Miguel de Unamuno destacan por su análisis crítico de la realidad española y su búsqueda de una renovación ética y estética a través de novelas, ensayos y otros géneros literarios