El Estado de Derecho se fundamenta en la soberanía, el territorio delimitado y una población con lazos de identidad. Evolucionó desde estructuras feudales hasta el Estado social y democrático, integrando derechos sociales y principios democráticos. En la actualidad, enfrenta desafíos de gobernabilidad y la influencia del derecho supranacional.
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El territorio del Estado de Derecho está claramente delimitado por fronteras reconocidas
La población del Estado de Derecho comparte lazos de identidad y pertenencia y habita de forma permanente
El gobierno del Estado de Derecho ejerce el poder a través de instituciones estatales como el parlamento y las autoridades locales
La soberanía del Estado de Derecho se manifiesta en su capacidad de autogobernarse
El Estado de Derecho es independiente frente a otros estados
La nación puede ser definida desde un punto de vista jurídico-político o cultural
La nación puede o no coincidir con las fronteras del Estado
Algunas naciones no tienen un Estado propio
Durante la Edad Media, Europa estaba dividida en entidades feudales y la autoridad divina predominaba
La centralización política, la unificación de políticas comerciales y la creación de ejércitos nacionales contribuyeron al desarrollo de Estados modernos
El Estado liberal de derecho se basa en el respeto al principio de legalidad, la división de poderes y la protección de los derechos fundamentales y libertades individuales
El Estado social y democrático de Derecho promueve la democratización del poder y la integración de políticas sociales para buscar la igualdad y el bienestar de la población
El Estado de Derecho enfrenta retos en la gobernabilidad y la representación política adecuada
La tendencia hacia la privatización de servicios públicos ha redefinido el papel del Estado en la provisión de bienestar social
En la Unión Europea, el Estado de Derecho se ve influenciado por el derecho supranacional, que introduce una nueva dimensión al constitucionalismo y fortalece la protección de los derechos fundamentales