La fe pública y la función notarial son fundamentales para la seguridad jurídica, otorgando autenticidad a actos y hechos documentados. Los notarios, como funcionarios públicos, autentican documentos y asesoran legalmente, basándose en principios de formalidad, independencia e imparcialidad. Los instrumentos públicos, como escrituras y actas, son vitales para la validez legal de los negocios jurídicos.
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La fe pública es una prerrogativa legal que otorga credibilidad y certeza jurídica a los actos y hechos documentados por funcionarios autorizados
Fe pública judicial
La fe pública judicial se refiere a la actuación de jueces y tribunales
Fe pública mercantil
La fe pública mercantil está relacionada con el comercio
Fe pública administrativa
La fe pública administrativa está vinculada a los actos del gobierno
Fe pública registral
La fe pública registral concierne a los registros de la propiedad y mercantiles
Fe pública notarial
La fe pública notarial es ejercida por notarios y confiere autenticidad a los documentos notariales
La fe pública notarial se encuentra regulada en el Código Civil y en leyes específicas de cada jurisdicción
La función notarial es un servicio público esencial que consiste en autenticar actos y hechos jurídicos
El notario tiene la responsabilidad de redactar, archivar y expedir copias de los documentos notariales, además de ofrecer asesoramiento legal a las partes
La función notarial se desempeña con independencia, imparcialidad y conforme a la ley
La función notarial se materializa en la autorización de documentos públicos que tienen plena validez y eficacia legal
Los principios de formalidad e instrumentalidad aseguran que los actos notariales se realicen con las solemnidades necesarias
Los principios de independencia y autonomía permiten al notario actuar sin presiones externas
El principio de imparcialidad garantiza un trato equitativo a todas las partes
El principio de rogación implica que la actuación notarial se inicia a petición de parte interesada
El principio de inmediación se refiere a la presencia directa del notario en la percepción de los hechos
El principio de legalidad exige el cumplimiento de las normas vigentes
El principio de protocolo se refiere al conjunto de normas para la conservación de los documentos notariales