El Régimen de la Restauración en España se caracterizó por la alternancia de poder entre el Partido Conservador y el Partido Liberal, bajo la monarquía borbónica de Alfonso XII. Este período vio reformas como el sufragio universal masculino y enfrentó crisis como la pérdida de colonias en 1898. A pesar de la estabilidad política, el sistema lidió con la corrupción y el caciquismo, y la oposición de movimientos nacionalistas y obreros.
Show More
Alfonso XII se convirtió en el rey de España tras el fracaso del Sexenio Democrático
Alternancia pacífica del poder
El sistema político se basaba en la rotación entre el Partido Conservador y el Partido Liberal para mantener la estabilidad
Estabilidad institucional y régimen constitucional
El régimen buscaba establecer un sistema parlamentario y una Constitución que equilibrara las tendencias moderadas y progresistas
Estado unitario y centralista
La Constitución de 1876 estableció un Estado centralizado con Cortes bicamerales
El régimen promovió el desarrollo económico y puso fin a los conflictos internos, como las guerras carlistas
El sistema canovista permitía la alternancia en el gobierno entre el Partido Conservador y el Partido Liberal para evitar conflictos políticos
Pucherazo
El fraude electoral incluía la manipulación de censos y actas, la compra de votos y la coacción del electorado a través del caciquismo
Caciquismo
Los líderes locales, conocidos como caciques, aseguraban la elección de los candidatos del partido en el poder a cambio de favores y privilegios
A pesar de la corrupción electoral, el sistema proporcionó una alternancia pacífica en el poder y evitó conflictos políticos mayores
Promulgación de leyes
Durante el régimen se promulgaron leyes importantes como el Código Civil y de Comercio, y la Ley de Asociaciones
Introducción del sufragio universal masculino
En 1890 se estableció el sufragio universal masculino en España
Pérdida de las colonias españolas
La pérdida de las últimas colonias en 1898, conocida como "el desastre", impulsó un movimiento regeneracionista en busca de reformas sociales, políticas y económicas
Crisis moral y política
La pérdida colonial afectó la legitimidad del régimen y permitió el regreso de los militares a la vida política
A pesar de la crisis, el sistema evitó una crisis económica significativa y promovió el desarrollo de una banca nacional y la reducción de la Deuda Pública
Carlismo
Aunque dividido, el carlismo continuó siendo una fuerza política relevante durante el régimen
Movimientos nacionalistas
En Cataluña, País Vasco y Galicia surgieron movimientos nacionalistas que evolucionaron desde reivindicaciones culturales hasta demandas políticas más amplias
Republicanismo
Aunque fragmentado, el republicanismo se mantuvo como una corriente opositora al régimen
Fortalecimiento del movimiento obrero
Con la industrialización, el movimiento obrero ganó relevancia y se formaron organizaciones como la Internacional, la UGT y el PSOE
Lucha por los derechos laborales y sociales
Estas organizaciones lucharon por mejorar las condiciones laborales y sociales de los trabajadores durante el régimen
El sistema canovista dejó como legado una notable estabilidad política en España
La Constitución de 1876, promulgada durante el régimen, perduró en el tiempo
El bipartidismo del régimen excluía a otras fuerzas políticas, limitando la pluralidad y la representatividad
La corrupción y el fraude electoral afectaron la legitimidad del régimen y su sistema de alternancia pacífica en el poder
El caciquismo, práctica corrupta y antidemocrática, fue una de las principales deficiencias del sistema canovista